miércoles, 14 de enero de 2009

9 SONGS

La madre de Margo Stilley rezaba dos veces al dia por su hija, mientras esta rodaba junto a Kieran O'Brien y Michael Winterbottom, compañero y director respectivamente, este fantástico ejercicio de honestidad. Honestidad brutal, si, honestidad que admiro y agradezco. Porque señores, el sexo es parte de una relación, ¿por qué no abordar la redacción de una relación sentimental desde el angulo del sexo? Sexo real, sexo explícito, sin mojigaterías. ¡Que coño! ¿A quien no le gusta una buena felación, o un buen cunilungus? Mas claro, “que te coman la poya o el coño” un buen polvo…¿quieren mas honestidad? ¿puedo ser mas claro?.

Ojito: no esperen la típica película pornográfica de ver con una mano en el mando del DVD y la otra donde ustedes imaginan, quiero decir, no es para simio-masturbadores crónificados. La película esta rodada con una ternura y delicadeza casi diría mas grandes que su honestidad. Winterbottom ya nos deja vislumbrar desde su comienzo que la historia tiene un final. La melancolía flota en cada imagen. Los diálogos escasos son completamente verosímiles y espontaneos….un secreto: no hay guion para estos diálogos: la pareja los iba improvisando sobre la marcha……..

La película fluye sobre flashbacks de Matt recordando a Lisa, chica con la que mantuvo una relación. Nueve flasbacks, nueve conciertos a los que la pareja asistió, nueve encuentros sexuales.

La madre de Margo Stilley rezaba para salvar el alma de su hija. Los anacrónicos carcas de siempre aullarán como es habitual, maxime si entre la música solo reconocen al oscarizado Michael Nyman.

Yo rezaré para no oir sus aullidos. Para que cese la hipocresía. Para que la honestidad de algunos autores siga permaneciendo intacta. Gracias Winterbottom.